viernes, 27 de marzo de 2015

La goma recién salida de fábrica

(Me cuesta reconocer su cuerpo. Entonces teníamos dieciocho, los cuerpos tenían la piel elástica como una goma recién salida de fábrica).
(Me cuesta reconocer su cuerpo. Entonces teníamos dieciocho. Y esto es soñado).
(Dice que después de mí lo tuvieron que abrir).
Después de ti me tuvieron que abrir.
(Me enseña la cicatriz. Está cosido, su pecho tiene una cicatriz que le atraviesa).
(Parece una cordillera).
(Parece el corte del pan).
(Parece acabado de hacer, acabado de bordar, con la carne rosada y las puntadas frescas).
(Está crudo, pienso).
(La cicatriz llega y reconstruye el pene, con cruces negras de los hilos negros de los hospitales).

Ya no puedo hacerlo (dice). Cuando intenté hacerlo, después de ti, sangré.
(Me enseña la bañera roja, toda. Las cortinas de la bañera rojas, todas. Nos vamos).

(Digo) Ya pasó mucho, tu novia dirá algo.
Se acostumbró. Nos acariciamos.
Está bien. Pero.
Ya. Bueno. Hay otra cosa.
Dime.
Me recuerdo de ti.
No se dice así. Dilo bien.
Me recuerdo de ti (repite). Me recuerdo tu sexo que era flor y era sangre y era electricidad.
(Callo).
Querría volver a intentarlo contigo.
¿Amar o follar?
Quiero el sexo flor. El sexo sangre. El sexo electricidad. Lo que golpea. Tu entrepierna, ojo de la tormenta.
(Callo).

(Pienso en una carnicería).
(Pienso en los dieciocho y las gomas recién salidas de las fábricas).
(Pienso en sus ojos de paz. Las terneras que se ilusionan antes de morir y miran).
(Pienso en los dieciocho y en los hilos negros de los hospitales).
(Pienso en dar mi cuerpo que no es mi cuerpo, como sacrificio. Lo lanzo contra el universo infinito: follar en una bañera roja, toda).
(Pienso en golpear).

martes, 10 de marzo de 2015

La cueva

0.
[Anne dijo
quiero leer lo que no escribes
y yo no pensaba que se me notase y me asusté.
Yo dije,
sí,
bien,
hay un lo que no escribo,
pero todavía no puedo nombrarlo.]

1.
Mira, ayer, ya ves,
dormí con la luz encendida
y las manos metidas entre las piernas, como si mis piernas fueran una gruta.
A mitad de la noche, anunciaron una muerte;
la vi y se me quebró el sueño.
[Se anuncia la muerte y se quiebra el sueño, esto es ley]. 
Di tres vueltas a la casa y me volví a acostar,
que se enfrían las sábanas.

2.
Escarbé con las manos y con los dedos
y con las yemas de los dedos,
y con los cortes y los padrastros y las grietas de los dedos,
y con las huellas, las mías propias y las otras huellas,
incluso con las huellas de la muerte, escarbé.

Me puse a escarbar en la cueva,
gruta
adentruras
profundidades
de las piernas,
y me metí tan dentro que
ya no sé decir
si la luz seguía o no encendida
si la muerte había sido o no un sueño,
si seguía la noche o si seguía el día,
si las sábanas
ya se habían enfriado,
definitivamente.